Una fuerte escena de pánico fue la que se vivió el pasado martes 16 de febrero en el tradicional segundo desfile de Carnaval en el puerto Mazatleco; los rumores fueron los principales enemigos de las personas que acudieron a presenciar los carros alegóricos, comparsas y demás elementos que conformaban el desfile.
Las supuestas balas fueron los protagonistas de la escena; que una balacera a la altura de un hotel y un casino muy conocido ubicados sobre la avenida del mar, que la reina o el rey de la fiesta magna habían sido heridos por una arma de fuego; y asi la lista interminable, miles de versiones se solían escuchar entre los tumultos de personas que emitieron la huida desesperadamente sin importarles absolutamente nada, ni las personas que transitaban a su alrededor, mucho menos sus pertenencias.
La estampida de gente corría sin rumbo definido, solo con el instinto de supervivencia propia y el de sus familiares, y optaban en refugiarse en cualquier lugar que ellos creyeran seguro para esquivar las “balas” de las que se rumoraban; ya sea detrás de autos, árboles, dentro de casas o algunos negocios y establecimientos que se encontraban abiertos en el momento.
El pánico y el terror se hicieron presentes, era común escuchar el llanto y los gritos desesperados emitidos por las personas que además iban reflejando en sus rostros la total preocupación.
Algunos niños extraviados, las madres y familiares en total histeria en busca de algunos de ellos, los comerciantes retirándose inmediatamente de donde estaban establecidos, los que participaban en los carros alegóricos y comparsas tras ver la escena de terror optaron retirarse de sus puestos, abandonar los carros alegóricos y emprender la huida.
Mientras tanto pude presenciar que solo personal de protección civil trataba de controlar a las multitudes; ya que algunos elementos de seguridad fue curioso que también huían.
En mi caso la reacción fue distinta al comienzo de toda esta hazaña, al presenciar que algunas personas se retiraban aun sin culminar el desfile me pareció dentro de lo que cabe normal, el pequeño tumulto de personas que se desparramo al comienzo no me fue de lo más alarmante y lo atribuí a alguna riña originada por algunas personas o algo por el estilo como lo es costumbre en eventos masivos. Las balas fue de lo último que pudo pasar por mi mente, ya que no se escucharon detonantes algunos; me sentía en cierto punto protegida en donde me encontraba, que era justamente en el templete del alcalde y algunos regidores y funcionarios de donde ese espacio todo se podia apreciar mejor; el alcalde se alarmó pero trato en todo momento de tomar postura, pero los demás acompañantes fueron los que hicieron más notoria su alarma y eso fue lo que despertó en mi realmente la alerta;como también que elementos de seguridad acudieran a resguardar a las máximas autoridades del puerto; más que nada esa fue la razón por la cual decidí emprender huida sin saber como todos el porque alguno.
Dentro de mi total confusión seguía corriendo y en partes caminando, retirándome de la zona cada vez más rápido, y era curioso escuchar en el transcurso de ello que muchas personas comentaban que todo se origino justo en el lugar en donde me encontraba anteriormente, eso llenándome de interrogantes y presenciando toda esa serie de incoherencias que no concordaban con lo que había presenciado. En ningún momento se escucharon balas cerca de esa zona, ni mucho menos pudieron ser confundidas por pirotecnia, la pirotecnia es arrojada al inicio del desfile como señal de llamada de inicio, y el desfile en ese lugar ya casi estaba por concluir, que si ¿un atentado en contra de los reyes?, los carros alegóricos de los reyes iban mucho muy adelante, ¿y la gente que corría del otro sentido, llámese contrario? ; definitivamente la gente muchas veces le gusta ser participe de tragedias hasta muchas veces por ellas armadas y exagerándolas al máximo; a los que decían que eran balas y les comentaba que en ningún momento había escuchado detonante alguno estando a escasos metros del lugar me argumentaban que talvez la razón sería porque tenían las armas silenciador, a alguno que otro desvalagado que comentaba que la reina había sido alcanzada por una bala y la desmentía, aseguraba que ella había visto la escena, la reina había pasado como ya lo comentaba escasos 30 minutos aproximadamente, y estas personas venían de mucho mas atrás.
Y así el rumor se expandía a mas no poder, y el trafico incontrolable, demasiado lento, las personas se atravesaban entre los autos y los conductores querían pasar al mismo tiempo y todo se volvía un gran caos vial; las líneas telefónicas se encontraban bloqueadas, todas las personas querían comunicarse vía celular para saber como se encontraban, no solo las se ubicaban alrededor del evento, sino también las personas que optaron por quedarse acertadamente en sus hogares, en donde también se expandieron toda esta serie de rumores.
Pero bueno; a final de cuentas simples rumores. El alcalde de Mazatlán a escasos minutos de lo ocurrido, acudió a un noticiero local del turno nocturno para aclarar la situación, atribuyéndole la responsabilidad a personas contrarias, que con fines politicos de otros partidos se encargaron de crear desde un principio una campaña de miedo para estas fiestas. El saldo fue blanco dentro de lo que cabe, afortunadamente no hubo muertes, y el resultado fueron solo algunos heridos por sufrir caídas y golpes tras ser arrastrados por la multitud; por lo general los mayormente afectados fueron personas de la tercera edad, como también algunos niños extraviados por el mismo motivo.
Y así culmino el carnaval Mazatlán 2010 con fervor patrío; la psicosis de las personas tuvo el siguiente resultado, perdiendo el contacto de la realidad, delirando y alucinando ante la situación de la ola de violencia que se vive en la ciudad desde días atrás, ahora no me queda más que tomar la situación con humor junto con las demás personas, al estilo mexicano, claro esta.
La estampida de gente corría sin rumbo definido, solo con el instinto de supervivencia propia y el de sus familiares, y optaban en refugiarse en cualquier lugar que ellos creyeran seguro para esquivar las “balas” de las que se rumoraban; ya sea detrás de autos, árboles, dentro de casas o algunos negocios y establecimientos que se encontraban abiertos en el momento.
El pánico y el terror se hicieron presentes, era común escuchar el llanto y los gritos desesperados emitidos por las personas que además iban reflejando en sus rostros la total preocupación.
Algunos niños extraviados, las madres y familiares en total histeria en busca de algunos de ellos, los comerciantes retirándose inmediatamente de donde estaban establecidos, los que participaban en los carros alegóricos y comparsas tras ver la escena de terror optaron retirarse de sus puestos, abandonar los carros alegóricos y emprender la huida.
Mientras tanto pude presenciar que solo personal de protección civil trataba de controlar a las multitudes; ya que algunos elementos de seguridad fue curioso que también huían.
En mi caso la reacción fue distinta al comienzo de toda esta hazaña, al presenciar que algunas personas se retiraban aun sin culminar el desfile me pareció dentro de lo que cabe normal, el pequeño tumulto de personas que se desparramo al comienzo no me fue de lo más alarmante y lo atribuí a alguna riña originada por algunas personas o algo por el estilo como lo es costumbre en eventos masivos. Las balas fue de lo último que pudo pasar por mi mente, ya que no se escucharon detonantes algunos; me sentía en cierto punto protegida en donde me encontraba, que era justamente en el templete del alcalde y algunos regidores y funcionarios de donde ese espacio todo se podia apreciar mejor; el alcalde se alarmó pero trato en todo momento de tomar postura, pero los demás acompañantes fueron los que hicieron más notoria su alarma y eso fue lo que despertó en mi realmente la alerta;como también que elementos de seguridad acudieran a resguardar a las máximas autoridades del puerto; más que nada esa fue la razón por la cual decidí emprender huida sin saber como todos el porque alguno.
Dentro de mi total confusión seguía corriendo y en partes caminando, retirándome de la zona cada vez más rápido, y era curioso escuchar en el transcurso de ello que muchas personas comentaban que todo se origino justo en el lugar en donde me encontraba anteriormente, eso llenándome de interrogantes y presenciando toda esa serie de incoherencias que no concordaban con lo que había presenciado. En ningún momento se escucharon balas cerca de esa zona, ni mucho menos pudieron ser confundidas por pirotecnia, la pirotecnia es arrojada al inicio del desfile como señal de llamada de inicio, y el desfile en ese lugar ya casi estaba por concluir, que si ¿un atentado en contra de los reyes?, los carros alegóricos de los reyes iban mucho muy adelante, ¿y la gente que corría del otro sentido, llámese contrario? ; definitivamente la gente muchas veces le gusta ser participe de tragedias hasta muchas veces por ellas armadas y exagerándolas al máximo; a los que decían que eran balas y les comentaba que en ningún momento había escuchado detonante alguno estando a escasos metros del lugar me argumentaban que talvez la razón sería porque tenían las armas silenciador, a alguno que otro desvalagado que comentaba que la reina había sido alcanzada por una bala y la desmentía, aseguraba que ella había visto la escena, la reina había pasado como ya lo comentaba escasos 30 minutos aproximadamente, y estas personas venían de mucho mas atrás.
Y así el rumor se expandía a mas no poder, y el trafico incontrolable, demasiado lento, las personas se atravesaban entre los autos y los conductores querían pasar al mismo tiempo y todo se volvía un gran caos vial; las líneas telefónicas se encontraban bloqueadas, todas las personas querían comunicarse vía celular para saber como se encontraban, no solo las se ubicaban alrededor del evento, sino también las personas que optaron por quedarse acertadamente en sus hogares, en donde también se expandieron toda esta serie de rumores.
Pero bueno; a final de cuentas simples rumores. El alcalde de Mazatlán a escasos minutos de lo ocurrido, acudió a un noticiero local del turno nocturno para aclarar la situación, atribuyéndole la responsabilidad a personas contrarias, que con fines politicos de otros partidos se encargaron de crear desde un principio una campaña de miedo para estas fiestas. El saldo fue blanco dentro de lo que cabe, afortunadamente no hubo muertes, y el resultado fueron solo algunos heridos por sufrir caídas y golpes tras ser arrastrados por la multitud; por lo general los mayormente afectados fueron personas de la tercera edad, como también algunos niños extraviados por el mismo motivo.
Y así culmino el carnaval Mazatlán 2010 con fervor patrío; la psicosis de las personas tuvo el siguiente resultado, perdiendo el contacto de la realidad, delirando y alucinando ante la situación de la ola de violencia que se vive en la ciudad desde días atrás, ahora no me queda más que tomar la situación con humor junto con las demás personas, al estilo mexicano, claro esta.
La imagen de Mazatlán quedó por los suelos, se necesitará trabajar muchísimo para poder sacar adelante a la ciudad y que no se vea afectado el sector turismo, que es la principal actividad del puerto.
Y entre que si son peras o son manzanas, se arruinaron las fiestas carnestolendas del 2010, cientos de personas quedaron con un muy mal sabor de boca y así cerramos con broche de oro.
Y entre que si son peras o son manzanas, se arruinaron las fiestas carnestolendas del 2010, cientos de personas quedaron con un muy mal sabor de boca y así cerramos con broche de oro.
Muy bien.
ResponderEliminarEn esta entrada encuentro un buen intento de crónica, además de información que no había leído.